¿Y si se te acabara el tiempo?
El título de este blog puede parecer drástico o de una situación puesta al límite. Sin embargo, pretende hacernos reflexionar sobre nuestra vida y que es lo que hacemos con ella.
Domingo Savio es un santo de la fe católica quien vivió en Italia a mediados del siglo XIX. La vida de Domingo Savio fue corta. Murió 3 semanas antes de cumplir los 15 años. De hecho, Domingo Savio vivió una vida en la que se propuso ser santo.
Domingo Savio conoció a San Juan Bosco, santo fundador de los salesianos y vivió en un oratorio católico para jóvenes fundado por San Juan Bosco.
Domingo Savio, era un ferviente devoto de la Virgen María. Y aun a su corta edad, fundó la Compañía de la Inmaculada cuyo objetivo era hacer apostolado entre los compañeros del oratorio.
En una ocasión, Don Bosco preguntó a Domingo Savio mientras jugaba, que qué haría si en ese momento llegara el fin del mundo. A lo cual Domingo Savio le contestó “seguiría jugando”. La respuesta de Domingo Savio no fue una respuesta trivial o mundana. Sino todo lo contrario. Toda una lección de vida.
¿Qué significa la respuesta de Domingo Savio sobre su vida?
Cuando se hace la misma pregunta a la mayoría de las personas, estas contestan: quisiera ver a mis seres queridos, poner mis asuntos en orden, pedir perdón a mis seres amados porque los lastimé, confesarme, etc.
Sin embargo, Domingo Savio, si le quedara solo una hora de vida, él seguiría jugando. Es una respuesta de quien ha vivido una vida congruente. De quien le da la importancia a lo importante siempre, no solo cuando es apremiante. De quien vive en paz con él mismo y con los que lo rodean. Quien no tiene asuntos pendientes a tratar pues ha vivido acorde a sus convicciones.
¿Qué enseñanza de vida nos deja Domingo Savio?
Toca preguntarnos y si hoy nos quedara solo una hora de vida ¿qué haríamos? Busquemos estar en paz y armonía con nosotros mismos, con el creador, con nuestros seres queridos y en nuestro trabajo y en nuestros proyectos, para que cuando nos llegue el momento, estemos listos para irnos en paz.