Las etapas del duelo: La Ira
Dentro de las etapas del duelo se encuentra la ira. Después de pasar por la etapa inicial de la negación y cuando ya no es posible ocultar lo inevitable y la realidad comienza a surgir, entonces muchos dolientes son invadidos por un sentimiento de enojo e ira. Enojo contra la persona que se fue, contra nosotros mismos, contra el doctor, amigos y familiares y en ocasiones contra Dios. Es un sentimiento de impotencia, de injusticia, de un dolor indescriptible, donde puede mencionar frases como: “No es justo” o “¿por qué a mí?
De acuerdo con la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, es importante que los familiares y amigos del doliente le permitan expresar estos sentimientos sin reprimirlos o juzgarlo, ya que, aparte que el enojo es temporal, también es necesario, ya que en el fondo la ira, oculta un profundo dolor asociado con esta pérdida y la ira es un canal para expresarla y en cierta forma, la ira forma parte del proceso de curación.
Existen herramientas para canalizar esa ira sin dañar a seres queridos, decir cosas o comentar actos de los que uno se pueda arrepentir posteriormente. Escribir una carta a la persona que se fue es uno de ellos, ejercicios físicos en los cuales podemos canalizar la ira y el enojo, es una buena alternativa. O solamente platicar con una persona de confianza puede ayudar a desahogarnos y a acomodar nuestras ideas.