La llegada de una enfermedad
Nadie está preparado para la llegada de una enfermedad. Esta fuerte noticia llega a cambiar la vida del que la padece, pero también de sus familiares cercanos.
Sea cual sea la enfermedad que se enfrenta, el vivir con este nuevo padecimiento implica adaptarse a un nuevo estilo de vida, encontrar la fortaleza que no sabíamos que teníamos y tratar de lucha contra lo que venga con la mejor versión de nosotros mismos.
Vive el proceso en familia.
Durante este proceso debes recordar que no estás solo. Tómate el tiempo para aceptar y procesar esta nueva situación. No te alejes de las personas que en verdad te quieren, apóyate de tus familiares para vivir este nuevo proceso con unidad, fortaleza y amor.
Piensa positivo.
Por más grave que parezca la situación, el pensar positivo siempre será de ayuda. Atraemos lo que pensamos, es importante no darse por vencidos y tratar de ver lo bueno en cada momento. Nuestro cuerpo nos agradecerá ese positivismo y será de apoyo para sentirnos mejor y llevar nuestros días con mucha más paz.
Rodéate de personas que te hagan sentir apoyado.
Además de tu familia, es momento de buscar apoyo en amigos o en personas que quizá viven situaciones similares a la tuya. Es importante dejar atrás los reproches por la situación que se está atravesando, y comprender que es una prueba más, y que está en tu poder la actitud que tomas al respecto.
No pierdas la motivación.
Este cambio repentino en tu vida es difícil y quizá doloroso. Pero también es una oportunidad para valorar la vida, apreciar el cariño, disfrutar las pequeñas cosas y tratar de reinventarse para salir de todo esto con un nuevo enfoque y con mucha esperanza sobre todo lo que está por venir.
Recuerda que nunca sabemos lo fuerte que somos, hasta que se fuertes es nuestra única opción.