El perro que esperó a su dueño fallecido en el mismo lugar por años
En el año 2009 se estrenó en el cine una película estadounidense llamada “Hachi: a dogs tale” En español se le llamó “Siempre a tu lado”. La película trata de un profesor universitario que rescata a un perro de las calles, lo adopta y a partir de ahí forjan una amistad muy especial.
El profesor acudía a trabajar en tren, por lo que todos los días realizaba el recorrido de su casa a la estación de tren y de regreso. Hachi, -que es el nombre del perro en la película- lo acompañaba todos los días a la estación de tren y sorprendentemente regresaba por la tarde a esperarlo a su regreso a la misma estación.
La película, fue filmada en Woonsocket (Rhode Island) en la costa este de los Estados Unidos y fue protagonizada por Richard Gere y no por uno, sino por tres perros akita que representaron al perro Hachi en sus diferentes edades, cachorro, adulto y vejez.
¿Qué es lo sorprendente de esta película?
Lo sorprendente de esta película es que narra una historia de la vida real. Esta tierna historia ocurrió no en Estados Unidos, sino en Japón entre los años 20’s y los años 30’s del siglo pasado.
Los verdaderos protagonistas -en la vida real- fueron el profesor de la Universidad de Tokio Hidesaburō Ueno y por supuesto el perro Hachikō, cuyo nombre hace referencia al número 8 en japonés, nombre que se le ocurrió a su dueño, luego de ver que sus patas se desviaban como el símbolo del número ocho en japonés.
Y efectivamente, el profesor y el perro desarrollaron una relación muy especial. El perro acompañaba al profesor todos los días a la estación de tren de Shibuya, donde el profesor abordaba el tren con destino a Tokio para ir a trabajar. A su regreso del trabajo, el perro también estaba ahí esperándolo en la estación para acompañarlo de camino de regreso a casa.
¿Cuál es la parte triste de esta historia?
El 21 de mayo de 1925 el profesor sufrió una hemorragia cerebral mientras daba clases en la universidad y falleció. Esa tarde, como todas las tardes Hachikō fue a buscar a su dueño a la estación, pero este nunca llegó. El perro pasó la noche en la estación esperando a su amo.
El perro se quedó a vivir ahí, en ese mismo lugar, esperando a su dueño todas las tardes, durante 9 años, hasta que el también murió. Conforme transcurría el tiempo, Hachikō empezó a llamar la atención de las personas que visitaban recurrentemente la estación, pasajeros, personal de la estación y gente local reconocía al perro desde antes de que su dueño falleciera y sabían que todos los días iba a esperarlo a la estación para acompañarlo a casa de regreso al trabajo. Así pues, no pasó desapercibido por la gente cuando el perro se quedó a vivir ahí, como esperando a que su dueño volviera.
El 9 de marzo de 1935, Hachikō fue encontrado muerto frente a la estación de Shibuya, Japón. Una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya. Su cuerpo fue disecado y guardado en el museo de ciencias naturales del distrito de Ueno, en Tokio.
La película de 2009 en la que cuentan esta conmovedora historia no es la primera película que se le hace a este fiel canino. En 1987 Hachikō fue protagonista de la película japonesa Hachikō Monogatari y la película estadounidense de 2009 no es sino un “remake” de esta película.