El duelo gestacional
El duelo gestacional, o también llamado perinatal, es el que se vive cuando se pierde a un bebé en la etapa de gestación o al momento de su nacimiento.
Este tipo de duelo es difícil de afrontar ya que muchas veces los dolientes sienten que su dolor es minimizado o que no pueden expresar abiertamente el dolor por su pérdida. Este tipo de duelo debe ser reconocido como cualquier otro y se deben de vivir sus etapas y el proceso adecuado para lograr salir adelante.
¿Qué se aconseja ante un duelo gestacional?
Trata de realizar algún ritual de despedida.
Este tipo de duelo es complicado, porque muchas veces no se permite a los padres despedirse de su ser amado. Si no es posible realizar un funeral, existen otros tipos de rituales que pueden ser de ayuda para lograr decir adiós.
No minimices tu pérdida.
Tu pérdida es igual o más dolorosa que cualquier otra, el perder a un bebé que venía en camino implica una gran desilusión y un cambio en todos los planes. Vive tu dolor y no trates de presionarte para sentirte mejor, reconoce que lo que estás viviendo es muy difícil y que lo estás sobrellevando de la mejor manera que puedes.
No hagas caso a comentarios que no te hacen bien.
Ante esta pérdida, algunas personas tratan de hacer comentarios pensando en ayudar, pero muchas veces es contraproducente. Ignora comentarios como: ¨eres joven, ya tendrás más hijos¨, ¨por algo pasan las cosas¨, etc. Las personas no lo dicen con mala intención pero no lo tomes personal.
Vive tu duelo.
Como cada duelo, es necesario que vivas cada una de las etapas. Vive tu proceso a tu manera, a tus tiempos y ve descubriendo poco a poco la fuerza que no sabías que tenías y que hoy te permite estar de pie.
Busca ayuda profesional.
El apoyo psicológico o tanatológico será de gran ayuda para guiarte en tu proceso de sanación. Ante este tipo de duelo surgen grandes interrogantes sobre el futuro de tu cuerpo, tu mente y de tus relaciones personales. Un profesional podrá ayudarte a encontrar esas respuestas y a que poco a poco recuperes la paz de tu vida.
Recuerda que solo tú sabes lo que estás sintiendo ante esta difícil pérdida y de igual manera, está en tu poder el aprender a conocer tus emociones. No estás sola en este proceso.