¿Cómo comenzar a sanar después de un duelo?
Hacer frente al fallecimiento de un ser amado, es sin duda una de las cosas más difíciles de sobrellevar en nuestra vida. Sabemos que es inevitable, pero es difícil estar preparado para ello.
La muerte de un ser querido puede ocurrir en muy variadas circunstancias y la duración del duelo y el dolor que experimentemos dependerá en gran medida del lazo que tengamos con la persona, su edad, el parentesco, nuestra propia personalidad, las circunstancias del fallecimiento y nuestra relación personal con el fallecido.
Así que no podemos hablar de un tiempo de duelo normal, ya que cada circunstancia y persona es diferente. A pesar de esto, los expertos han observado que el proceso dura alrededor de un año.
A continuación, mencionaremos algunos consejos que nos ayudarán a sobrellevar un proceso de duelo saludable, que nos ayudará con el paso del tiempo a superar la dificultad de la perdida.
Dejar fluir nuestros sentimientos.
Cuando fallece un ser querido, es importante dejar fluir nuestros sentimientos, no reprimirlos, el dolor cuando fallece un ser querido es normal y debemos sentirlo ya que es parte del proceso del duelo y de la sanación.
Hablar con nuestros familiares y amigos acerca del fallecimiento del ser querido.
Hablar las cosas nos ayuda a vivir lo que sentimos, a enfrentar la realidad, a ordenar nuestras ideas. Todo esto es fundamental en el proceso de sanación. Al igual que dejar fluir nuestros sentimientos, es necesario comunicar lo que sentimos, ya que eso nos ayudará a sanar. También es una forma de hacer partícipes en nuestro dolor a los que nos rodean. Ellos también nos podrán ayudar con sus palabras de consuelo y de paso, estar atentos y al tanto de nuestro sentir y necesidades. Al externar lo que sentimos, nos podrán apoyar de una o de otra manera. Hacer esto puede ayudar a aligerar la pesada carga de perder a un ser querido.
Cuidar tu salud y la de tu familia.
Aun cuan dolorosa sea la pérdida de ese ser querido, es importante cuidar la salud física y mental. Para eso, es indispensable comer saludablemente, evitando saltar comidas o ayunos prolongados, descansar tratar de dormir 8 horas por las noches, hacer actividad física, como salir a caminar, estar en contacto con la naturaleza.
Báñate todos los días y cuida tu higiene personal, evita el aislamiento prolongado, interactúa con otras personas. Si tus hijos o familiares directos están lidiando también con la pérdida, es importante estar atentos a ellos, particularmente con los niños pequeños. Si la carga te abruma, pide ayuda, no enfrentes sola o solo este difícil proceso.
Ayudar a otras personas que lidian con la pérdida.
En ocasiones el compartir una experiencia dolorosa con otras personas que están viviendo la misma situación puede ser de alguna forma un consuelo. Al ver que esta situación no nos ocurre solo a nosotros y saber que hay personas que nos entienden por lo que estamos pasando. Ayudar también puede ser una forma de sanar.
Te entendemos, es un camino doloroso de sobrepasar. Sin embargo, recuerda que siempre es válido aceptar ayuda profesional en el difícil proceso de lidiar con la pérdida de un ser querido. En caso de que lo requieras, acércate a uno de nuestros colaboradores expertos en temas de duelo y pérdida.