¿Cómo apoyar a un ser querido en una enfermedad terminal?
Nunca estaremos preparados para comenzar a vivir de cerca el proceso degenerativo y aceptar la partida de un familiar al que amamos.
¿Cómo sobrellevar la enfermedad terminal de un ser querido?
Hazle sentir tu amor incondicional.
Si para un ser cercano como tú, la noticia de la enfermedad terminal es devastadora, para la persona que enfrentará directamente el proceso, el dolor es inimaginable. Ante esta difícil situación, lo mejor que puedes hacer es hacerte sentir presente y que a pesar de los días malos y los no tan malos, esa persona sienta tu cariño y amor en todo momento.
Respeta su proceso.
Nadie sabe cómo actuaría en un momento así, más que quien lo vive. Respeta la forma de pensar y de vivir sus últimos días a ese ser querido, pero claro, motívalo con amor para que no se deje caer y trate de encontrar la paz que necesita.
Cuida su calidad de vida.
Aún con la presencia de una enfermedad terminal, es importante mantener la calidad de vida de la persona enferma. Cuida que no se salte sus alimentos, que tome las medicinas necesarias y que no se olvide de su higiene, para que de esta manera, logre sentirse lo mejor posible.
Apóyense de un tanatólogo.
La tanatología es una disciplina que brinda apoyo para comprender la muerte como un proceso natural, tanto para las personas que viven un duelo, como para las personas que se encuentran cerca del inevitable momento. La situación que se vive ante una enfermedad terminal es muy fuerte para toda la familia, es importante buscar ayuda profesional para lograr salir adelante.
Recuerda que no hay una manera correcta de vivir un proceso tan complicado, acepta tu dolor y el de tu familia y traten de unirse más que nunca. Lucha por que tu ser querido logre sentirse tranquilo y ayúdalo a resolver cualquier situación que el considere importante.
No busques una explicación ante lo que están viviendo, las enfermedades son injustas y las pérdidas son lo más doloroso que existe, pero hoy, no te olvides de ti mismo y valora la oportunidad de continuar viviendo y de haber disfrutado la compañía de ese ser querido mientras fue posible.