Aprender a soltar
Soltar ciertas situaciones o personas es algo que muchas veces nos cuesta trabajo, el aferrarnos a situaciones que ya no encajan en nuestra vida nos mantiene estancados y no nos deja disfrutar del presente.
¿Cómo aprender a soltar?
Identifica lo que no te deja avanzar.
El primer paso es identificar lo qué no te deja seguir adelante, analiza cuáles son las situaciones que te hacen sentir mal y el por qué te aferras a ellas.
Aprecia tus virtudes.
El amor propio es básico para lograr soltar lo que nos hace daño. Identifica tus cualidades, tus logros y tu valor, esto te hará entender que no hay nada malo contigo y que si alguien te hace sentir menos, simplemente no merece estar en tu vida.
Aléjate de los pensamientos negativos.
Cada vez que tengas un pensamiento negativo, trata de cambiarlo por una solución al problema o algún recuerdo feliz que te motive a seguir adelante. Este parece ser un consejo sencillo pero pocas veces nos damos la oportunidad de cuidar la calidad de nuestros pensamientos.
Escribe una carta y quémala
Plasmar en papel lo que te hace daño, esa conversación que quedó pendiente, ese perdón inconcluso o simplemente lo que sientes, será de gran ayuda para lograr despejar tu mente y desahogarte. Una vez que escribas la carta, léela en voz alta, acepta que lo que dice es parte de tu pasado y quémala, esta actividad es de gran ayuda para cerrar ciclos.
Acude a terapia profesional
Si lo que no puedes soltar es alguna situación traumática como la pérdida de un ser querido o algún suceso que ha afectado tu vida de manera radical, lo más importante es recibir ayuda profesional para lograr sanar nuestras emociones. Recuerda que la terapia psicológica no necesariamente es para solucionar algo, también es de gran ayuda para conocernos a nosotros mismos y sentirnos más plenos.